Analía Reineri.
El razonamiento de Louk Hulsman es simple y lo grafica: En Holanda, cada año se hace un relevamiento que da cuenta que 4,5 millones de personas fueron “víctimas” de algún acto punible. Sin embargo, sólo 1,5 millones de esas personas acuden a la policía. En unos 100 mil casos se encuentran los “autores”, y sólo 10 mil llegan a una fiscalía.
Pongámoslo así: si todos los delitos fueran a parar al sistema penal, éste colapsaría. Si en cambio, las tres cuartas partes se resuelven por fuera del mismo: ¿Para qué sirve el sistema penal? ¿Por qué todos miramos allí, en lugar de prestar atención al modo en que se resolvieron la mayoría de los conflictos?
En sintonía, la cifra “negra” del delito en nuestro país ronda el 70%. Y el resto, de algún modo se resuelve: allí hay que poner la mirada, pregona insistente Louk.
En una tarde calurosa de martes este señor de enorme sonrisa, compartió una charla informal en el patio de la sede de la ONG El Agora en Córdoba.
Allí expuso un ejemplo que está en su libro (como no lo leí ni tampoco grabé a Hulsman, al menos reproduzco la idea). Cinco jóvenes conviven en un departamento: uno tira el televisor por la escalera. Uno de sus compañeros propone que “repare” el daño y que compre un tele nuevo. Otro, presume que está loco y propone que reciba atención médica. Otro, quiere que vaya preso y, otro indica que probablemente, nunca se hayan preocupado por hablar con él y que quizás tenga un problema que desconocen.
Hay muchas formas de resolver el conflicto: “Hay que ver en cada situación
quién o quienés son los damnificados y les aseguro que no en todos los
casos quien sufrió un robo, un golpe, etcétera; quiere que el autor vaya
preso”. Hay muchos mecanismos reparadores, asegura (Hulsman fue uno de
los impulsores de la probation en Holanda).
La semana pasada estuvo en el Congreso Nacional para espanto de los impulsores de la mano dura. Seguro no habrán dormido luego de escuchar que hay que terminar con las cárceles y con palabras como delito.
Cuando un incauto se acerca esperando alguna propuesta ante tamaño planteo revolucionario -¿Cómo imaginar un mundo sin cárceles?- tarda un tiempo en darse cuenta que el secreto de sus propuesta es la toma de conciencia.
Por eso, Hulsman no se inmuta, ni suspira profundo; sí tiene que explicar una y otra vez, cómo surge esta construcción de poder que es el sistema penal. Las prohibiciones tienen que ver.
Repasa la historia de cómo se federaliza y luego desfederaliza la prohibición del alcohol en los Estados Unidos, para luego crear una policía federal especial para prohibir la producción y consumo de drogas (la DEA) que -a su vez- da lugar a tratados que internacionalizan estas prohibiciones…
Ya se dijo más de una vez: prohibir genera un mercado negro. El mercado negro de las drogas por ejemplo, genera un mercado negro de dinero que a su vez debe crear otro mercado negro para lavar ese dinero y así, no hay sistema penal que burocráticamente pueda soportar y resolver todos estos conflictos. Además, tampoco puede resolver la violencia interna dentro de esos mercados.
Una estrategia de resistencia: burlarnos de las ideas que proponen prohibir todo. En la charla de ayer, Hulsman sugirió que podría prohibirse la gaseosa o el chocolate y todo reímos. “Así se deben haber reído hace 80 años cuando alguien propuso que el Estado prohibiera los opiáceos”, graficó.
Y nos quedamos pensando.
¿Cuál es la racionalidad detrás de cada prohibición?, se pregunta y afirma que "lo que una sustancia hace con una persona, no lo hace con otra. Cada cual debe elegir desde el nacimiento. El riesgo no está en las sustancia sino en el uso”.
¿Es prohibir la tarea del Estado? "A este ritmo no se podrá fumar, los gordos no podrán comer mucho, los flacos deberán comer más. Todo por ley. Como los autos, deberíamos ir a una especie de ITV (Inspección Técnica Vehicular) y cuando se detecte que violamos la norma dos o tres veces: habrá que institucionalizarnos". Reímos otra vez. Pero, pensamos más y deja de ser gracioso.
Estas concepciones parten de fundamentos de las Iglesias: judíos, musulmanes, islámicos. Pero nunca deberían surgir de un Estado secular. Opina el holandés.
Muchos profesionales juegan un rol fundamental en esto de decidir qué beber, comer, fumar, consumir: psicólogos, psiquiátras, médicos, farmacéuticos.
Hulsman aseguró que existe gente que piensa como él, sólo que no está en condiciones de decirlo ya que reciben del Estado sus salarios o dinero para investigaciones. Pero hay un cambio incipiente. En el 2008, la ONU empieza discutir la política sobre drogas. “Hay grupos en el parlamento europeo en contra de las actuales políticas en esa materia”.
Louk, se crió en el marco de una educación muy católica
¿Qué le quedó de allí?
-Bueno cierta rebeldía. Uno de los libros que estaba prohibido leer era la Biblia sin supervisión de un eclesiástico. Me conseguí una y la leí.
Sufrió en el seminario, se sentía aislado del resto y aprendió a sobrevivir en soledad, dejó de tener miedo a no pertenecer. Y sigue sin tener miedo.
En la segunda posguerra, fue parte del Ministerio de Defensa en el departamento Jurídico. “Yo decidía quién debía recibir libertad condicional, resolver pedidos de gracias, etc” ¿Adivinen qué hacía? “Siempre pude cambiar algo desde adentro. Siempre se puede”.
En una reciente entrevista concedida a Página 12, Hulsman consideró "necesario, para avanzar hacia el abolicionismo que propicia, que la tarea comience en la Universidad. "Del mismo modo que existen movimientos contra la discriminación racial o contra la discriminación de homosexuales, existe un movimiento que avanza hacia el abolicionismo del sistema penal y de la cárcel." Para eso es necesario "fabricar palabras para ir creando conciencia y para hacer ver que ni la cárcel ni el sistema penal sirven para solucionar los conflictos".
23/11/06
Considero excelente la postura de este jurista, tal vez desde nuestra realidad, un poco alejada, no obstante me parece muy promisorio que se difunda estas posiciones un poco mas avanzadas y mas comprometidas. Nuestra realidad en cambio, a grandes razgos es lamentable, en especial por el atraso, la ignorancia y en especial por el individualismo que llevamos en esta corta existencia como sociedad, decir organizada creo que es una utopia. Creo que nos tienen que dar vuelta de cabeza para que empecemos a comprender, no somos muy inteligentes y nos domina el estomago, la figuración, etc.
Considero que Louk Hulsman nos ayuda a pensar una sociedad civil desde otro lugar.Resulta fuerte el planteo de un mundo sin sistema penal, pero la otra cara de la moneda que hoy patentiza Blumberg propiciando la represión y el aumento de las penas es aún más patético. Tal vez tengamos que empezar desde las prohibiciones micro, nos determinan donde y como fumar,a través de los medios qué cuerpo debo tener condicionado por la estética del postmodernismo, en qué lugares debo recrear, durante el año en el Shoping y en las vacaciones en un lugar que tenga mar. Así allí vamos todos incorporando un sistema de vida, durante casi un año trabajo y luego descanso.Es más propicio pensar en un colectivo, en generar propuestas que nos permitan pensar y decidir, qué es lo mejor para cada uno y también para los otros. Entonces generar propuestas participativas donde los actores sociales decidamos hacia donde apuntar la proa visionaria sin darle el nombre de utopía.Si me paro ante el niño que vende la Luciérnaga le compro su revista con una sonrisa y asisto a la fiesta de aniversario de este emprendimiento, estoy con vos. Si veo en la puerta de la Compañía de Jesús a una mujer pidiendo con su niño y la asisto, la miro, la contengo, evito denunciarla. Si una familia cercana a mi hogar atraviesa serios problemas por adicciones y la oriento para evitar el padecimiento psiquico, evito denunciarla. Si un amigo o conocido tiene una conducta autodestructiva y le sugiero donde ir tal vez evito denunciarla. QUE TENEMOS QUE DENUNCIAR? En realidad en lugar de ir a las instituciones a llenar formularios en contra de mi marido, mi hijo, mi vecino, empiezo en forma grupal a realizar PREVENCION PRIMARIA apuesto a un proyecto, a un modelo diferente. LOUK HULSMAN va mucho más allá y con la sabiduría de una mente abierta cuenta como pudo entablar una relación con sus agresores y transformarla, transmutar la situación en otra, brindándoles a esos jóvenes que destruyeron su hogar la posibilidad de asistir a una escuela para educarse.Qué visión la del perdón o la de entender porquè estos adolescentes llegaron a violentar su hogar. La tranquilidad que este ser transmite, su alegría por la vida y la consigna SIEMPRE ALGO PODEMOS CAMBIAR, ES UN VERDADERO DESAFIO. HULSMAN va por la vida con sus manos abiertas y una sonrisa eterna en su rostro.
Se ve que tenemos que aprender a vivir sin miedo, a imposiones y verdades obsolutas que nos ordenen para asi sentirnos tranquilos. Una busqueda construida desde la libertad supone una sociedad mas democratica. Vale la pena intentarlo, aunque sea desde cada uno y si es con humor mucho mejor.
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Habitualmente vemos en los informativos de los canales de televisión abierta locales como un mismo hecho noticioso se reproduce en simultáneo o con sólo unos minutos de distancia entre un programa y otro. Ayer pasó esto con dos notas emitidas por Crónica 10 y Telenoche, que se emitieron al mismo tiempo por ambos canales. Pasa siempre, y aunque los responsables se esfuerzan por distinguirse, en el fondo el enfoque y el mensaje es el mismo. No hay distingos.